A algunos alumnos principiantes les resulta difícil orientarse en el nuevo entorno escolar: la vida escolar cotidiana, las lecciones, la independencia, orientarse en el edificio de la escuela y en el patio de la escuela, todos estos desafíos abruman a algunos alumnos principiantes.
Con el fin de generar seguridad y orientación para los estudiantes, se lleva a cabo un "grupo de transición" una vez por semana. En un grupo reducido, los niños conocen de forma lúdica todos los procesos esenciales en la escuela y los practican de forma independiente. Surgen sentimientos de seguridad en el trato con la escuela y así se fomenta la concentración y la capacidad de aprender en el aula.